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Miquel Ferrer i Bauçà fundó las Religiosas Terciarias Trinitarias, inspirado por la regla de San Juan de Mata. La congregación, originaria de cofradías que exaltaban la Santísima Trinidad, fue establecida formalmente por Isabel Suñer y Buenaventura Veny, quienes decidieron vivir según los principios trinitarios, enfocándose en ayudar a mujeres y niñas marginadas o explotadas en su sociedad.
La Comunidad de Religiosas Terciarias Trinitarias, más conocida como Trinitarias de Mallorca, es una Congregación religiosa de derecho diocesano.
Los inicios de la congregación hunden sus raíces en la predicación del religioso trinitario por las Islas Baleares, en especial en la isla de Mallorca. De dichas incursiones del trinitario mallorquín surgieron cofradías dedicadas a la exaltación del misterio de la Santísima Trinidad, entre las más famosas se encuentra la Cofradía de la Trinidad de Felanitx, integrada por hombres y mujeres con fines religiosos que se ordenaban con la entrega del escapulario trinitario.
VIVIR EL ESPÍRITU DE DIOS COMUNIDAD
Dos jóvenes de dicha cofradía, Isabel Suñer y Buenaventura Veny, decidieron vivir públicamente el espíritu de la Regla de San Juan de Mata y los primeros días de octubre de 1809 pidieron permiso al ayuntamiento para vivir como una Comunidad Trinitaria. Miquel Ferrer fue el fundador de las hermanas, a las que se les sumó poco tiempo después Sebastiana Sbert. La finalidad es hacer comunidad entre los pobres trabajando a favor de la dignificación de las mujeres y niñas explotadas o marginadas por la sociedad de su época.
..apostar por la educación de las niñas y las jóvenes en la ciencia y en los valores, con el fin de dignificar el rol de la mujer en su época.
El 6 de agosto de 1826, el P. Miquel Ferrer entregó a las Terciarias Trinitarias una Regla de vida, dando origen a la comunidad de Terciarias Trinitarias de la Orden de la Santísima Trinidad, las cuales pronto se convertirán en punto de referencia para la sociedad y la Iglesia mallorquina. Las trinitarias eran mujeres de fe, pero además de rica cultura que enseñaban a los hombres y mujeres de su tiempo a apostar por la educación de las niñas y las jóvenes en la ciencia y en los valores, con el fin de dignificar el rol de la mujer en su época. La Cofradía de Felanitx en 1836 pasó a ser dirigida por las nuevas religiosas.
La congregación fue afiliada a la Orden Trinitaria el 12 de mayo de 1865 y aprobada como congregación de derecho diocesano por Rigoberto Doménech Valls, obispo de Palma de Mallorca, el 30 de noviembre de 1923.